Oración para una petición difícil, imposible o urgente cuyos resultados pueden ser inmediatos
Una oración dirigida a San Judas Tadeo patrón de los imposibles.
Reza la oración tres veces seguidas al día durante nueve días consecutivos sin interrumpir.
Debes hacerlo pidiendo con mucha fe por tu situación.
El noveno día cuando acabes de rezar puedes encender una vela blanca en nombre de San Judas Tadeo para agradecer.
Comenzamos
Oh Prodigioso San Judas Tadeo, poderoso protector, hermoso siervo del Padre Eterno.
En este duro momento por el que atravieso necesito de tu ayuda, de tu inagotable compasión y de tu inmensa fuerza celestial.
Oh San Judas Tadeo, bendito seas en el Reino de los Cielos, acudo a ti porque nunca abandonas a quien te solicita ayuda desesperada, urgente y necesaria, nunca has desoído ninguna de las plegarias que llegan a ti.
San Judas Tadeo, bendito patrón de lo imposible, antes de explicarte cuál es mi situación necesito poner mi corazón en paz y por eso de rodillas te pido perdón.
Por todos y cada uno de mis pecados, por todos y cada uno de mis errores.
Me despojo así de todo lo que ensucia mi corazón, mi alma y mi espíritu para mirarte a los ojos y suplicarte desesperadamente.
(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)
Milagroso San Judas Tadeo, nada es lo suficientemente difícil para que no puedas solucionarlo.
Nada es lo suficientemente imposible como para que no puedas alcanzarlo.
Por eso, todos recurrimos a ti cuando nos encontramos perdidos ,cuando no encontramos salida a nuestros problemas y preocupaciones.
Oh magnífico San Judas Tadeo sé que no me juzgarán, sé que puedo contar con tu ayuda, sé que a mi lado estarás por eso ya me siento mejor.
Venerado Santo de lo imposible, ilumina mi corazón, mi mente, mi alma y mi vida con la luz prodigiosa que Dios Padre te confirió para que pueda encontrar siempre el camino que lleva a Dios, el camino de la paz, de la Gloria Eterna.
Oh San Judas Tadeo, toda tu vida la has dedicado a ayudar a los demás, te has sacrificado, has sufrido y has padecido el sufrimiento de los demás.
Por eso me arrodillo ante ti para suplicar, implorar y rogar tu ayuda inmediata en esta causa que me ahoga, que me deja sin aliento, que destruye mi felicidad.
Arranca de una vez por todas este dolor, este sufrimiento, este duro tormento y llena mi vida de amor, luz y bienestar que así sea.
Amén.
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Que la bendición y la protección de San Judas Tadeo sea siempre contigo y con los tuyos.
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