Oración de las causas perdidas a San Judas Tadeo para que pidas aquello que necesites y te sea concedido

Reza esta oración milagrosa tres veces seguidas al día durante siete días consecutivos sin interrumpir.

Hazlo con humildad y con mucha fuerza.

El último día, el séptimo cuando termines de rezar puedes encender una velita blanca como agradecimiento en nombre de San Judas Tadeo y para darle mayor fuerza a tu petición.

Comenzamos

San Judas Tadeo, milagroso protector, fiel aliado de Dios, en este momento tan crucial por el que atravieso, ante esta causa perdida solicito humildemente tu ayuda milagrosa.

Oh San Judas benevolente, nunca me has fallado, nunca has dejado de lado ninguna de mis plegarias.

Por eso hoy vuelvo a ti suplicándote amparo, tu fabulosa fuerza reconstructora, tu prodigiosa gracia para solventar los más graves problemas, tu maravillosa generosidad para otorgar milagros imposibles.

Acudo a ti a solicitar por esta causa perdida.

(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)

Magnífico San Judas Tadeo, te pido perdón por todos y cada uno de mis pecados.

Por actuar injustamente en determinados momentos.

Por haber caído en tentaciones perniciosas.

Por haber ensuciado mi alma y mi espíritu.

Comprensivo y milagroso San Judas Tadeo, nada hay que no puedas solucionar, nada hay que no puedas lograr, nada hay que no puedas reparar, nada hay que no puedas vencer.

Por eso ante ti acudo con humildad y fe por esta causa perdida.

Sé que no me juzgarás, sé que en tu corazón siempre hay espacio para un alma perdida.

Acógeme en él y dame cobijo hasta que la luz del nuevo día me traiga buenas nuevas de tu mano.

Glorioso San Judas Tadeo, regocija mi corazón, ilumina mi mente y despeja de obstáculos mi camino con el poder celestial que Dios Padre te otorgó.

No permitas que nada malo me aceche a mí o a los míos.

Libérame de todo quebranto, de todo padecimiento, de toda desdicha y de toda pena.

Hermoso San Judas Tadeo, toda una vida dedicada a ayudar a los demás han dejado una profunda huella de bondad, humildad y lealtad.

Escucha la necesidad que me trae a ti, la causa perdida por la que te ruego encarecidamente.

(EN ESTE MOMENTO DEBES REPETIR TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)

Hermoso San Judas Tadeo atiende mi súplica urgente y desesperada.

Intercede por mí y por mi causa perdida ante el Padre Eterno, ante Jesucristo Nuestro Señor y ante la Santísima Madre la Virgen María.

Amén

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Que la bendición y la protección de San Judas Tadeo sea siempre contigo y con los tuyos.

Oración al Arcángel San Miguel para pedir un favor imposible y que te se ha concedido en siete días

Una poderosa oración cuyos efectos te sorprenderán.

Debes rezar la oración siete veces seguidas durante siete días consecutivos sin interrumpir.

Al terminar el séptimo día puedes encender una vela blanca en nombre del Arcángel San Miguel para agradecer.

Comenzamos

A tus pies me postro bendito Arcángel San Miguel para que acudas en mi auxilio y puedas socorrerme en este duro momento por el que atravieso.

Hermoso Arcángel San Miguel, guerrero valiente y vencedor de las más duras batallas.

Tu que inundas el mundo de luz y bendiciones, tu que nos proteges siempre de todo mal.

Hoy me atrevo a pedirte, a suplicarte y a rogarse encarecidamente que me ayudes a lograr esta importante necesidad.

(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)

Arcángel San Miguel, protector milagroso, llena mi vida con tu luz prodigiosa, desbloquea todo obstáculo de mi vida, ayúdame a caminar con paso firme y seguro y protégeme de toda malignidad.

Arcángel San Miguel, Príncipe Celestial obra el milagro que te solicito y que sabes bien que tanto necesito.

Confío en tu grandeza San Miguel, en tu poder, en tu nobleza magnánima y en tu fortaleza frente al mal.

Sana mi corazón para que no haya dolor, rencor ni malignidad y riega mi alma con tu hermosa bondad.

Gracias Bendito Arcángel San Miguel.

Amén

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Que la bendición y la protección del Arcángel San Miguel sean siempre contigo y con los tuyos.

Oración milagrosa a la Santísima Virgen María para solicitar un milagro difícil, para pedir por una causa urgente o para suplicar la resolución de un grave problema

Reza la oración nueve veces seguidas un solo día. Si necesitas mayor fuerza para tu petición puedes repetirla tres días seguidos o hacerla un día a la semana durante tres semanas consecutivas.

Te sorprenderá lo que comienza a suceder.

Comenzamos

Madre Solemne, Virgen Inmaculada, vengo a ti con fervor, con la esperanza en mi corazón esperando que me puedas escuchar y tu prodigiosa ayuda poderme otorgar.

Necesito tu auxilio en este momento tan grave y tan complicado por el que atravieso.

Desvanece la tristeza que padezco, combate la agonía por la que atravieso.

Virgen Santísima, Madre del Redentor a tu voluntad y a tu misericordia me aferro y de rodillas te suplico un milagro para esta causa que me atormenta.

(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)

Santa María, prodigiosa Madre de Nuestro Salvador, devuélveme la esperanza, inyéctame la fuerza que me hace falta y alivia este dolor que padece mi corazón.

Acudo de rodillas ante tu semblante buscando el consuelo que siempre encuentro porque nunca me abandonas, siempre escuchas mis plegarias.

María Inmaculada, Santa Madre de Jesús, bendita y gloriosa tu voluntad infinita.

Te hace única en el universo tu mirada dulce y confortante, te convierte en nuestro refugio.

Guíame hoy y siempre auxíliame ante tan graves circunstancias.

Bendíceme y protégeme contra todo lo malo bajo tu Sagrado Manto.

Líbrame de todos mis enemigos y de todo aquel que algún daño me quiera causar.

Aleja de mi vida los problemas y el sufrimiento.

Oh Virgen Bendita, Milagrosa Señora de los Cielos dame el refugio que preciso en este momento tan comprometido y no me abandones nunca.

Gracias madre.

Amén

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Que la bendición y la protección de la Santísima Madre estén siempre contigo y con los tuyos.