Oración para pedir por una causa perdida, difícil o imposible

Hazlo con fe, con humildad y con mucha fuerza y la Virgen María obrará el milagro.

Hay momentos de nuestra vida que perdemos la fuerza, la esperanza y la ilusión, damos por perdida nuestra batalla pero en ese momento la luz milagrosa de la Santísima Virgen María puede ayudarte a lograr lo que parecía imposible.

Encomiéndate a ella con esta poderosa oración.

Reza la oración una vez por la mañana al despertar y otra vez por la noche antes de dormir durante cinco días seguidos sin interrumpir.

Es conveniente rezar la oración en completa soledad.

Comenzamos la oración.

Bendita Reina de los Cielos, Señora Soberana Virgen María, Madre purísima y esposa amadísima.

Te ofrezco todo lo que tengo, me pongo en tus manos gloriosas y confío en que escuches lo que vengo a suplicarte.

(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)

Bendita Reina Celestial, sabes que lo que te pido es una enorme necesidad, una causa difícil ante la que he perdido toda esperanza.

Por eso recurro a ti, a tu piedad, a tu poder y a tu bondad.

Madre de la Divina Gracia, abogada de los indefensos, de los desamparados y de los desfavorecidos apelo a tu bendita y enorme misericordia para que me concedas el milagro que te pido para bien, de mi alma y de mi Espíritu.

Virgen María, Señora de los Cielos te pido esta difícil necesidad, imposible para mí poderla alcanzar.

Pero que con tu ayuda milagrosa tengo la esperanza de poderla lograr.

Virgen Santa, Reina de los Ángeles, líbrame de todo mal, guíame por el sendero de la paz, de la gloria y de la felicidad ruega por mí y por los míos a mí.

Debes rezar la oración una vez por la mañana al despertar y otra vez por la noche antes de dormir durante cinco días seguidos sin interrumpir.

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Que tu súplica sea escuchada y  que la bendición y la protección de la Santísima Virgen María estén siempre contigo y con los tuyos.

Oración para conseguir aquello que tanto necesitas, que tanto deseas o aquello que te preocupa

La Santísima Virgen de Fátima obrará para ti el milagro, es increíble.

Debes rezar esta oración con los ojos cerrados una vez por la mañana y otra vez por la noche dos veces al día, una al levantarte y otra antes de acostarte durante siete días consecutivos.

Al pasar los siete días y terminar de rezar la oración puedes prender una vela blanca en nombre de la Santísima Virgen de Fátima para agradecer.

Verás que lo que va a suceder en tu vida es un milagro.

Comenzamos

Oh Madre Santa, Madre de Fátima, Milagrosa Señora de los Cielos.

Ante tu inmaculada presencia me inclino, ante tu soberbia belleza me fascinó y ante tu piadoso corazón blanco pido auxilio.

Tu, Santa Madre que nos guías con la luz de tu mirada, que nos proteges bajo tu manto sagrado, que nos arropas con tu corazón magnánimo.

Tu madre, que sabes el sufrimiento que padece mi alma, las preocupaciones que pasan por mi cabeza y el esfuerzo que hago cada día para salir adelante, para solucionar cada problema y conseguir ser digno o digna de ti Madre.

Oh Madre Verdadera Virgen Hermosa de Fátima, alimenta mi alma con amor y clemencia, llena mi corazón de esperanza y júbilo.

Desata las ataduras que me impiden seguir mi camino hacia la felicidad gloriosa que me espera.

Bendita seas Madre, llena de gracia eres.

Siempre escuchas nuestras plegarias con paciencia e indulgencia.

Siempre calmas nuestros corazones maltratados.

Siempre nos iluminas en los momentos más oscuros y difíciles.

Oh Santa Madre, dulce Virgen de Fátima que nos proteges de todo mal.

Que nos alcanzas siempre la gloria y la felicidad.

Que intercedes siempre ante Dios Padre a nuestro favor.

Que nos dejaste mensajes de paz y salvación.

Oh Madre, gran esperanza de los afligidos, gran consuelo de los apenados.

En tus manos deposito todas y cada una de mis esperanzas con el convencimiento de tu pronta intervención divina en mi favor.

Cada día de mi vida te he tenido y te tendré presente.

Acudo ahora tu clemente y puro corazón para que me alivies de esta carga que soporto, para que me llenes de amor dicha y paz.

Madre Bendita a tus pies quedo postrado postrada esperando tu milagro.

Amén.

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Que la bendición y la protección de la Santísima Virgen de Fátima sea siempre contigo y con los tuyos.