Cuando te encuentres atravesando por circunstancias difíciles o desesperadas y no veas salida, tus fuerzas se agoten y sientas que está todo perdido háblale a Jesús Nuestro Señor.

Con esta oración milagrosa Jesús Nuestro Señor está a tu lado y te confortará, te escuchará y tenderá su mano para aliviar y ayudarte en aquello que te preocupa.

Reza la oración una vez al día durante siete días seguidos sin interrumpir.

Hazlo con mucha fe y con humildad, expresa en tu petición lo que realmente te atormenta o necesitas resolver.

Al terminar el séptimo día enciende una vela blanca en nombre de Jesús Nuestro Señor para agradecer.

Es conveniente rezar la oración en completa soledad.

Pide auxilio urgente a Jesús con esta oración para casos desesperados

Comenzamos la oración.

Amado Jesús Mi Señor, Nuestro Salvador.

En este día vengo a pedirte un gran favor, necesito que me auxilies, que llenes mi alma y mi ser con tu claridad divina.

Aparta de mí la amargura que me causa este problema, esta situación por la que atravieso.

Jesucristo, Bendito Salvador de la Humanidad, Venerado y alabado en el mundo entero.

Sé que nunca me abandonarás, que tu mirada me acompaña día a día, que tu luz guiará mis pasos e iluminará mi sendero.

Por eso recurro a tu Misericordia, a tu Bondad y a tu perpetua nobleza.

(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)

Hermoso Jesús de Nazaret abro mis brazos para recibirte, imprégname de tu amor glorioso, libérame de todos mis defectos, enséñame a ser feliz y actuar siempre con honestidad.

Sabes que atravieso un momento muy difícil, me flaquean las fuerzas y se quiebra mi esperanza, pero cuando pienso en ti una inmensa paz inunda mi corazón y mi alma.

Sálvame Señor, apacigua esta angustia que siento.

Ayúdame a lograr mi propósito, mi sueño, mi deseo.

Quiero que seas tú quien me guíe, que me arranque la pena y el sufrimiento que me está consumiendo.

Oh Señor Jesús, apiádate de mí.

Alabado seas siempre.

Gracias.

Amén

Reza la oración una vez al día durante siete días seguidos sin interrumpir.

Hazlo con mucha fe y con humildad, expresa en tu petición lo que realmente te atormenta o necesitas resolver.

Al terminar el séptimo día enciende una vela blanca en nombre de Jesús Nuestro Señor para agradecer.

Si te ha gustado la oración dale a me gusta y comparte con otras personas a las que les pueda ayudar.

Que la bendición y la protección de Nuestro Señor Jesús esté siempre contigo y con los tuyos.

Tres oraciones muy especiales y poderosas para protección contra todo enemigo, mal, brujería o negatividad

Oraciones dirigidas a la Santísima Madre la Virgen María.

Cuando necesites ayuda urgente reza estas tres oraciones cada día y sentirás la fuerza increíble de protección de la Santísima Virgen María.

Reza las tres oraciones cada día al levantarte y antes de comenzar tus rutinas. Sólo debes rezar las una vez cada una y en el mismo orden que te presento.

Hazlo con fe, con fuerza y sintiendo la protección y la divinidad de Nuestra Madre la Santísima Virgen María.

Puedes rezar las por periodos prolongados, tantos días como consideres o necesites.

Es conveniente rezar la oración en completa soledad.

Comenzamos.

Primera oración

Oh Santísima Virgen María, Madre Pura y Bendita.

A tus pies me arrodillo esperando ser digna o digno de ti.

Esperando encontrar en tu mirada la salvación que tanto necesito.

Esperando encontrar bajo tu Manto Sagrado la protección que preciso.

Esperando encontrar a tu lado la paz y la gloria que auxilia mi corazón.

Sagrada Madre, Gloriosa Princesa Celestial.

No me dejes nunca Madre y menos en este momento tan crucial en el que clamo tu nombre pidiendo protección luz y salvación.

Bendita seas en el Reino de los Cielos, Bendita seas Virgen Bondadosa, Misericordiosa y Generosa.

Compadécete de mí y acude en mi ayuda urgente para que nadie ni nada pueda dañarme, perjudicarme o arrebatarme la felicidad de las manos.

Ayúdame Madre a superar este trance y concédeme el perdón de todos mis pecados, errores y malos pensamientos.

Amén

Segunda oración

Venerada Reina, Virgen Milagrosa y Piadosa.

Todos los que acuden en tu búsqueda te encuentran.

Todos los que solicitan tu ayuda la reciben.

Todos los que lloran sus penas a tus pies encuentran consuelo.

Todos los que necesitan un milagro urgente y desesperado lo obtienen.

Nunca nos abandonas Madre.

Porque tu amor y tu misericordia son infinitos.

Porque pese a todos nuestros fallos nos amas.

Porque independientemente de nuestras diferencias nos acoges siempre bajo tu mano y el abrigo de tu inmenso corazón.

Oh Santa Madre, ahuyenta de mi vida todo el mal que me entristece, que obstaculiza el logro de mis deseos y que se interpone en mi camino 

Amén

Tercera oración

Milagrosa Virgen María, bajo tu amparo me protejo.

Me siento segura o seguro y me hago más fuerte.

Solo tú Madre eres capaz de comprender el duro sufrimiento por el que atravieso.

Por eso a ti te pido, te ruego y te suplico que expulses todo el mal que causa mi desdicha que paran mis pasos y me hieren dolorosamente.

No desoigas mis súplicas y atiende esta necesidad tan urgente.

Palia mi dolor, líbrame de todos los peligros que me acechan y concédeme tu Bendición y Protección Divina.

Gracias MadreAmén

Debes rezar estas tres oraciones cada día al levantarte y antes de comenzar tus rutinas. Sólo debes rezarlas una vez cada una y en el mismo orden que te presento.

Hazlo con fe, con fuerza y sintiendo la protección y la divinidad de Nuestra Madre la Santísima Virgen María.

Puedes rezarlas por periodos prolongados, tantos días como consideres o necesites.

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Que la bendición y la protección de la Santísima Virgen María esté siempre contigo y con los tuyos.

Oración para pedir protección contra todo mal, enfermedades, brujerías, robos, enemigos o problemas

Debes rezar la oración una vez al día durante siete días consecutivos sin interrumpir.

Hazlo con fe, con fuerza y con la certeza de que serás escuchada o escuchado por Nuestro Señor el Justo Juez.

El séptimo día al terminar de rezar puedes encender una vela blanca en nombre del Justo Juez para agradecer.

Es conveniente rezar esta oración en soledad.

Comenzamos

Oh Señor Justo Juez Celestial eres nuestro Salvador, nuestro Poderoso Protector.

Extiende tus manos para ayudarnos a caminar, para ayudarnos a levantar cada vez que caemos, para darnos la fuerza necesaria que nos mantiene firmes en nuestra vida.

Justo Juez,  Divino y Misericordioso.

Siempre dispuesto a perdonar, alimento de nuestros corazones y nuestras almas, Maestro de Maestros, Rey de Reyes.

Hoy vengo ante ti a solicitar tu auxilio y por eso te hago llegar mi súplica con toda la fuerza de mi corazón y con toda mi fe puesta en ti.

(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)

Oh Hermoso Justo Juez, aleja para siempre de mi vida, de mi camino, de mi familia y de mi entorno a los demonios malignos que me dañan, que me bloquean, que me hieren o que impiden que alcance mis sueños deseos y metas.

Cúbreme con tu luz divina que será mi guía en los oscuros caminos por los que tenga que conducirme.

Bañarme con tu Divina y Sagrada Sangre para limpiar, purificar y purgar todo mal, toda malignidad, toda brujería y toda vileza.

Acógeme en tu corazón para estar siempre llena o lleno de tu amor, de tu bondad y de tu perdón.

Eres mi Justo Juez, mi Señor, mi Eterno Protector.

Por eso me siento segura o seguro, feliz y tranquila o tranquilo.

Estoy en tus manos y bajo tu atenta mirada sintiendo que cada uno de mis pasos y decisiones cuentan con tu beneplácito.

Bendito seas por siempre Justo Juez.

Que tu luz nunca nos abandone.

Eres grande entre los grandes, rompes y destruyes todo el mal ahuyentas a los demonios con tu poder increíble y nos salvas siempre de todas las trampas con las que el maligno nos acecha.

Escucha mi oración, mis palabras de auxilio.

Oh Justo Juez, tú que todos los das sin límites tú que todo lo puedes tú que todo lo das, protégeme por siempre de todo mal y ayúdame por siempre a ser feliz.

Amén

Debes rezar la oración una vez al día durante siete días consecutivos sin interrumpir.

Hazlo con fe, con fuerza y con la certeza de que serás escuchada o escuchado por Nuestro Señor el Justo Juez.

El séptimo día al terminar de rezar puedes encender una vela blanca en nombre del Justo Juez para agradecer.

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Que la bendición y la protección del Justo Juez esté siempre contigo y con los tuyos.