Mensaje de Dios
Para rezar reste mensaje de Dios para ti cierra los ojos hasta el final.
Dios dice: En estos días donde cada amanecer trae consigo incertidumbre, donde cada día esperas la llegada de algo o alguien pero no termina de llegar, donde cada día sientes menos esperanza, Dios quiere que sepas que cada paso que das, cada decisión que tomas, o cada situación que experimentas está perfectamente dirigido a un propósito divino. Nada es casual y todo tiene una razón de ser, aunque ahora no puedas ser capaz de verlo o entenderlo con claridad.
Puede que sientas que te encuentras en una encrucijada donde cada decisión parece llevar peso y consecuencia, pero en medio de esta complejidad, una promesa divina se cierne sobre ti como un faro de luz en una noche oscura. Pronto, antes de lo que imaginas, recibirás algo maravillosamente hermoso y transformador. Puede que llegue en forma de una noticia inesperada que cambie el curso de tu día y el resto de tu vida, o tal vez como una oportunidad que se presenta disfrazada de desafío. Podría ser la solución a un problema que ha estado nublando tu mente o incluso un encuentro fortuito que abre un nuevo camino de posibilidades.
Dios te dice que para reconocer estas bendiciones cuando lleguen, debes estar atenta o atento a las señales. Estas no siempre serán grandiosas o evidentes. A menudo, la divinidad se manifiesta en los detalles más sutiles. Presta atención a las horas especiales, esos momentos del día que parecen suspenderse en el tiempo. Por ejemplo, puede que mires el reloj exactamente a las 11:11 o a las 22:22, números que resuenan con lo que pronto vas a recibir. Estos son pequeños guiños del universo recordándote que todo está perfectamente alineado para ti.
Además, debes estar atenta o atento a las emociones inesperadas, como una sensación de paz mientras caminas por la calle o mientras llevas a cabo tus tareas, o una sensación de gratitud mientras estás trabajando. Estas emociones son ecos de lo que está por venir, señales de que estás alineada o alineado con algo muy grande. También podrías encontrarte con situaciones que parecen coincidencias, pero en realidad son sincronicidades cuidadosamente orquestadas. Por ejemplo, recibir una llamada o mensaje en un momento crítico, un libro que llega a tus manos con un mensaje que necesitas escuchar, o una canción que escuchas casualmente y que resuena profundamente en tu alma.
Dios te dice: Confía en lo que está por venir porque será un regalo precioso destinado para ti por manos divinas. Este regalo será exactamente lo que necesitas en este momento de tu vida. Te desafiará a crecer, te alentará a soñar más grande y te recordará la profunda conexión que tienes con el universo.
Dios te dice: Recuerda que en los momentos de duda o confusión, busca la calma. En esa calma, escucha tu intuición, esa voz suave pero segura que te guía. Esta es la voz de Dios hablando directamente a tu corazón, brindándote consuelo y dirección. Mientras avanzas, mantén tus ojos y tu corazón abiertos. Las señales que recibirás pueden ser tan variadas y únicas como las estrellas en el cielo. Puede que encuentres plumas en tu camino, que veas arcoíris en días inesperados, o que sientas una conexión especial con ciertos animales que cruzan tu camino. Cada uno de estos es un recordatorio divino de que no estás sola o solo, que cada paso que das está guiado y bendecido por Dios.
En los días venideros, abrázate a la esperanza y al amor que te rodean. Cada mañana es una nueva oportunidad para ver las maravillas que se te presentan. Y cuando llegue ese regalo divino, en cualquiera de sus formas, acógelo con gratitud y alegría. Será un reflejo de tu propia luz y bondad, un eco de tu conexión con lo eterno.
Con amor infinito y bendiciones eternas, decreta y agradece. Ya has recibido el mensaje, es tuyo y ahora te pertenece. Ahora podrás entender por qué está dirigido a ti, por qué en este preciso momento tenías que escuchar este mensaje de Dios para ti. Quédate con este mensaje porque es el augurio de algo muy hermoso que está a punto de suceder. Que este mensaje sea para ti la esperanza y la ilusión de todo lo que está por llegar.
Te mando un fuertísimo abrazo y toda la energía positiva. Suelta y confía, no estás sola o solo. Dios está contigo. Que la bendición y la protección de Dios sean siempre contigo en todo momento.
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