Oración a Jesús Cautivo muy antigua que hace milagros cuando más lo necesitas, para casos muy complejos o urgentes.
Para rezar esta oración, en principio, solo debes rezarla una sola vez al día. Puedes hacerla durante 9 días consecutivos sin interrumpir, o puedes hacerla tantos días como necesites hasta haber logrado resolver esa situación. Por lo tanto, tienes un poco de margen para hacer la oración como mejor te convenga. Eso sí, solo una vez al día y puedes hacerlo 9 días o más, hasta que resuelvas esta situación.
Tienes que confiar plenamente en la fuerza milagrosa de esta oración. Es muy importante, si puedes hacer esto que te voy a decir, que acompañes tu oración cada día de rezo encendiendo una velita blanca como esta. Este tipo de vela es muy económica, suelen venir en paquetes, y tienen unas 3 horas de duración. Además, al venir dentro de un cacharrito, tienen menos peligro si las dejas encendidas. Lo que deberías hacer en este caso es encender la velita después de haber rezado la oración. Rezas la oración y enciendes la velita en nombre de Jesús Cautivo y, de alguna manera, visualizas y te concentras nuevamente en esa situación. Dejas que la vela se consuma completamente y al día siguiente tiras los restos a la basura. Así lo puedes hacer todos los días; cada día que reces enciendes una velita blanca.
Si no puedes hacerlo y me dices «Oye, es que todos los días no voy a poder hacerlo», pues los días que puedas enciendes la velita. Si no puedes hacerlo, no pasa nada, no es obligatorio ni necesario, pero sí es cierto que le da más fuerza a la oración. Entonces, si puedes hacerlo, hazlo. Enciende una velita cada día que reces la oración, después de rezarla.
Vamos a ello:
Oración:
Oh Jesús Cautivo, divina presencia de amor y misericordia, hoy me acerco a ti con el corazón lleno de fe y esperanza, sabiendo que en tus manos todo encuentra su orden y propósito, incluso en medio de las tormentas más oscuras y los desiertos más áridos. Tú, que por amor a nosotros aceptaste ser encadenado soportando el peso de nuestros pecados y dolores, eres el refugio seguro al que acudo en este momento de desesperación buscando tu luz en mi noche más profunda.
En tu infinita bondad, conoces ya la causa que me oprime, ese clamor silencioso que desde lo más hondo de mi ser asciende hasta ti buscando ser escuchado. Es una petición que para el mundo puede parecer imposible, un sueño demasiado lejano, una esperanza casi extinta, pero ante ti, Señor, no hay imposibles, solo oportunidades para manifestar tu gloria y tu poder.
Por eso, con el alma en vilo, deposito en tus sagradas manos este deseo ardiente, esta necesidad que me consume, confiando plenamente en tu capacidad para obrar milagros.
En este momento debes hacer tu petición personal y después continuar la oración.
Te pido, amado Jesús Cautivo, que intercedas por esta causa tan desesperada que me lleva a buscar tu intervención divina. Que tu amor, que todo lo transforma, pueda penetrar las barreras de lo posible, iluminando con tu luz cada sombra de duda, cada rincón de desesperanza. Haz que, a través de tu misericordia infinita, se desplieguen los caminos cerrados, se allanen las montañas insuperables y se calmen las tempestades más violentas, mostrando así el camino hacia la resolución de esta angustiosa situación.
Concédeme la fortaleza para mantenerme firme en la fe, sin desfallecer ante los contratiempos, manteniendo siempre viva la llama de la esperanza que tú mismo has depositado en mi corazón. Que pueda yo ser testimonio de tu amor y tu poder, recordando que cada prueba superada en tu nombre se convierte en una señal de tu presencia y tu cuidado constantes en nuestras vidas.
Que esta oración, elevada desde lo más profundo de mi ser, sea como un suave murmullo en tu oído, un recordatorio del amor incondicional y la confianza plena que deposito en ti, Jesús Cautivo. No me dejes desamparado en esta hora de necesidad, envuélveme con tu gracia, guía mis pasos hacia la luz de tu salvación, y permite que tu voluntad se manifieste en mi vida trayendo consigo el milagro tan anhelado.
En tu Sagrado Corazón encuentro el consuelo y la paz que el mundo no puede ofrecer. Sé que, aunque el camino sea difícil y la espera larga, tu amor y tu poder son más grandes que cualquier adversidad. Así, con humildad y confianza, te entrego esta causa, sabiendo que en tus manos lo imposible se hace posible y lo desesperado motivo de esperanza y renovación.
Amén.
Perfecto, ya tienes la oración y las instrucciones. Ahora solo queda que la reces cada día. Reza una vez al día, y puedes hacerlo nueve días seguidos o tantos días como tú quieras, hasta lograr el resultado. Como te decía al principio del vídeo, si puedes, cada día que reces la oración, después de rezarla, prende una vela blanca y deja que se consuma completamente como agradecimiento y en nombre de Jesús Cautivo. Si no puedes hacerlo, no te preocupes ni pienses que al no encender la vela ya no se va a cumplir. No. Simplemente es una forma de manifestar aún más esa necesidad y darle un poquito más de fuerza.
Deja una respuesta