Oración a los tres clavos de Cristo para problemas graves, muy urgentes, desesperados, muy difíciles o imposibles.
Esta es una oración que te ayudará a resolver esa situación, a llevarla con fuerza, a mantener la esperanza y a tener la certeza de que se va a resolver de la mejor manera para ti.
Cuando tengas una situación muy difícil, un problema grave, sea cual sea el ámbito: un problema de trabajo, judicial, de amor, de salud, económico o familiar, haz esta oración a los tres clavos de Cristo. Te aseguro que vas a notar los efectos poderosos de esta oración y la intercesión milagrosa de Jesús, nuestro Redentor.
Debes rezarla tres veces seguidas cada día, en cualquier momento del día, durante 7 días consecutivos sin interrumpir. El último día, el séptimo día, cuando termines de rezar la oración las tres veces, vas a encender una velita. Enciendes la velita, canalizas tu objetivo, tu propósito, tu situación o tu problema, y dejas que la vela se consuma. Enciende esta velita en nombre de Jesús, con tu fuerza y tu energía, y después los restos los tiras a la basura.
Te aseguro que vas a notar la fuerza increíble de esta oración y su fuerza milagrosa en tu vida y en esa situación que, aunque parezca imposible, va a acabar resolviéndose de la mejor manera. Te lo aseguro, así que por favor, te invito a que confíes en Jesús y hagas esta oración. Vamos a ella, toma nota de la oración que te entono ahora mismo:
Comenzamos
Amado Jesús, en este momento de graves dificultades y tribulaciones, me arrodillo ante tu presencia divina a rogar por una pronta solución. Al recordar los tres clavos que sostuvieron tu cuerpo en la cruz, elevo mi corazón y mis súplicas a ti en medio de la tormenta que me rodea. Te imploro, Señor, que me concedas la fortaleza interior para enfrentar los desafíos que se ciernen sobre mi camino. Dame la valentía para superar los obstáculos que parecen imposibles y la paciencia para perseverar en medio de estas duras pruebas que la vida ha puesto frente a mí.
Concédeme la sabiduría divina para tomar las decisiones acertadas en medio de la confusión y la incertidumbre que estoy viviendo. Permíteme discernir tu voluntad y seguir el camino que has abrazado para mí, confiando plenamente en que tus planes son perfectos para mí. Que tu amor, Jesús, inunde mi ser y mi vida, disipando la oscuridad de la desesperación y la angustia. Que tu luz brille en mi camino, guiándome con cada paso que doy, para que pueda encontrar la paz en medio de la frustración y la desesperación, para que pueda encontrar la esperanza en los momentos de angustia y turbación.
Encomiendo mis preocupaciones, mis cargas y mis lágrimas en tus manos compasivas, sabiendo que en tu infinita bondad y misericordia encontraré consuelo y alivio. Confío en tu plan divino y en que todas las cosas serán obradas para bien en mi vida. Jesús misericordioso, te agradezco por tu amor incondicional, por tu gracia divina que nunca se agota y por tu presencia constante en mi vida. En el nombre de Dios Padre, en tu nombre Jesús, mi Salvador y Redentor, elevo esta oración con gratitud y esperanza.
Amén.
Muy bien, ya tienes tu oración. Sabes cómo debes rezarla: tres veces seguidas al día, en cualquier momento, durante 7 días consecutivos sin interrumpir. El último día, el séptimo día, enciendes una velita blanca en nombre de Jesús, como agradecimiento y enfocándote en ese problema, confiando en que su fuerza intercesora milagrosa va a hacer todo lo posible para que ese problema se resuelva, para que salga de la mejor manera, para que puedas soltar esa carga y esa preocupación. Te lo aseguro, confía en Jesús y en esta oración.
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