Oración al Divino Niño Jesús para peticiones muy urgentes y desesperadas
Cuando te encuentres atravesando un momento difícil o debas superar una prueba difícil del destino encomiéndate al Divino Niño Jesús con esta milagrosa oración.
Reza la oración cada día antes de acostarte y al levantarte, una sola vez, hazlo durante nueve días consecutivos sin interrumpir como una novena.
Hazlo con fe y creyendo absolutamente la Divinidad del Niño Jesús.
El noveno día al terminar de rezar puedes encender una vela blanca para agradecer.
Es conveniente rezar la oración en completa soledad.
Comenzamos.
Oh Divino Niño Jesús, dueño de mi corazón, de mi alma y de mi vida.
Adorable y Milagroso Redentor, Hijo de la Santísima Virgen María y de Dios.
Bendito seas Divino Niño Jesús, Salvador de la humanidad.
Comparezco ante ti con humildad, fe y esperanza para suplicar, que escuches mi necesidad desesperada, mi angustia desgarradora esperando tu inmensa misericordia.
(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUA LA ORACIÓN)
Oh Adorado Niño Jesús.
Te pido que me colmes de felicidad, que llenes mi hogar de esperanza y bienestar.
Que sanes todas mis heridas, que salves mi alma del pecado y me cubras con tu luz liberadora y protectora.
Divino Niño Jesús Alabado y Adorado siempre en todo el mundo.
Te suplico que te mantengas siempre a mi lado velando por mis sueños, por mi paz, por mi familia y por mi felicidad.
Apártame del camino maligno y pernicioso.
Guíame siempre por el sendero del amor, de la comprensión, la tolerancia y el respeto.
Ayúdame a tomar cada decisión importante logrando así establecer en mi vida el equilibrio, la sensatez y el bienestar.
Divino Niño Jesús por siempre acompáñame.
Divino Niño Jesús por siempre bendíceme.
Divino Niño Jesús por siempre protégeme.
Divino Niño Jesús libera mi corazón de todo sufrimiento.
Divino Niño Jesús por siempre ayúdame.
Amén
Reza la oración cada día antes de acostarte y también al levantarte una sola vez. Hazlo durante nueve días consecutivos sin interrumpir como una novena.
Hazlo con fe y creyendo absolutamente en la divinidad del Niño Jesús.
El noveno día al terminar de rezar puedes encender una vela blanca para agradecer.
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Que la bendición y la protección del Divino Niño Jesús esté siempre contigo y con los tuyos.
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