Oración milagrosa para pedir por la salud de un enfermo

Una oración prodigiosa que obra milagros. Reza la oración con mucha fe, pensando siempre en la recuperación de la persona enferma. Reza la oración siete veces seguidas al día y después reza tres avemarías para completar. Hazlo durante diez días consecutivos sin interrumpir. El décimo día al terminar de rezar puedes encender una vela blanca en nombre de la Virgen de la Salud para agradecer. Te sorprenderá la fuerza milagrosa de esta oración.

Comenzamos

Oh dorada y amable Virgen de la Salud, Madre del Mesías, Madre nuestra, ante ti me presento lleno de pesadumbre, aflicción y tristeza, con lágrimas en los ojos para suplicar por la amarga enfermedad, padecimiento y sufrimiento que soporta (DI EL NOMBRE DE LA PERSONA ENFERMA).

Acudo ante ti Madre Solemne, Virgen de la Salud para suplicarte, implorarte y pedirte que derrame sobre (DI EL NOMBRE DE LA PERSONA ENFERMA) la riqueza de tu misericordia.

Que pongas tus benditas y divinas manos sobre (DI EL NOMBRE DE LA PERSONA ENFERMA) para que a través de la intercesión de Dios Padre puedas ayudarle a sanar completamente, a desterrar el dolor que siente en su cuerpo, a recobrar plenamente la salud.

Hermosa Madre, Santísima Virgen de la Salud, alcanza la ansiada salud para (DI EL NOMBRE DE LA PERSONA ENFERMA) que con resignación y paciencia afronta el padecimiento de su enfermedad esperando a encontrar en tu clemencia su salvación.

Bendice con tu mirada celestial su alma, su cuerpo y su espíritu.

Madre preciosa, Virgen de la Salud, ruega por (DI EL NOMBRE DE LA PERSONA ENFERMA).

Consuelo de los dolientes, ruega por (DI EL NOMBRE DE LA PERSONA ENFERMA), salud de los enfermos, ruega por (DI EL NOMBRE DE LA PERSONA ENFERMA)

Amén

Cuando hayas rezado la oración siete veces cada día. Reza también después tres avemarías para completar cada uno de los diez días.

Oración del avemaría

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo.

Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén

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Que la bendición y la protección de la Virgen de la Salud sea siempre contigo y con los tuyos.