Oración muy poderosa para anular y destruir enemigos, para destruir sus malas energías, para destruir sus malas vibraciones

Oración para hacer que no puedan perjudicarte, dañarte, para hacer que esas personas se alejen de tu vida y sobre todo que sus malas vibraciones, sus envidias, todo eso malo que tienen desaparezca de tu vida y no puedan perjudicarte.

Todos tenemos enemigos o personas indeseables cerca, en el trabajo, en nuestro círculo de amigos, en el vecindario, incluso en muchas ocasiones en la propia familia.

Pues bien, para alejar completamente a esas personas de tu vida, para hacer que nada malo puedan perjudicarte, no puedan dañarte, no puedan para impedir que sus energías puedan influir en tu vida de alguna forma.

Puedes rezar esta oración por la mañana al despertar y antes de comenzar tus tareas o puedes hacerlo por la noche antes de ir a dormir.

Debes rezarla tres veces seguidas cada día o cada noche y hacerlo así durante 9 días consecutivos o nueve noches como una novena.

El noveno día cuando termines de rezar la oración puedes prender una vela blanca en nombre de Jesús para agradecer, para potenciar muchísimo más el poder de esta oración y cuando la vela se haya consumido puedes tirar los restos tranquilamente a la basura. Así le vas a dar mayor poder a la oración.

Comenzamos

Oh Todopoderoso y Eterno Dios Padre, Supremo creador de los cielos y la tierra, tú que reinas con justicia y amor infinito sobre todo lo creado. acudo a ti en este momento de necesidad buscando tu protección divina y tu poder inigualable.

Señor tú que conoces los corazones de todos y ves más allá de las apariencias, tú que disciernen con tu fortaleza y sabiduría para enfrentar a aquellos que en su envidia y maldad se han levantado como enemigos en mi camino.

En en el nombre poderoso de Jesucristo tu amado hijo y por la intercesión del Espíritu Santo, solicito tu intervención divina para anular y desmantelar las obras y planes de aquellos que buscan mi daño, que sus maquinaciones caigan en la nada, que sus palabras se disuelvan en el viento y que sus acciones se vuelvan inofensivas ante la magnitud de tu poder.

Padre Celestial, tú que eres justo y misericordioso, pido que tu luz ilumine la oscuridad generada por mis adversarios, que sus intentos de perjudicarme sean transformados en oportunidades de crecimiento y fortalecimiento para mí, que sus malas intenciones se conviertan en enseñanzas de paciencia y perdón en mi vida.

Extiendo mi oración no solo para pedir protección y liberación de sus ataques, sino también para implorar por su conversión y redención.

Oh Señor, derrama sobre ellos tu amor y tu misericordia para que reconozcan sus errores y encuentren el camino hacia ti, el único camino de verdadera paz y salvación.

Padre Santo, en ti deposito toda mi confianza y esperanza, sé que no hay mal que pueda prosperar ante tu presencia, no hay enemigo que pueda sostener ante tu majestad, te pido que me guíes en el camino de la rectitud y me mantengas a salvo bajo tu poderosa mano, que tu voluntad se haga en mi vida y en la de aquellos que me rodean y que al final seamos todos testigos de tu gloria y tu bondad infinita.

Concédeme a mi corazón la paz y la seguridad que solo pueden venir de ti y que en todo momento pueda reflejar tu amor y tu luz en este mundo.

En el nombre del Padre, del hijo, del Espíritu Santo.

Amén.

Debes rezar la oración tres veces seguidas con mucha fe y con mucha fuerza durante los 9 días seguidos. El noveno día cuando hayas terminado de rezar la oración puedes prender una velita blanca de cualquier tamaño y la dejas consumirse completamente y cuando se haya acabado tiras los restos a la basura.

Vas a comprobar que esta oración aleja para siempre a tus enemigos y bloquea su mala energía y sus malas vibraciones.