Oración de endulzamiento muy poderosa dirigida a San Antonio
Esta es una oración muy fuerte para endulzar y hacer que tu persona especial, expareja, amor del pasado, o alguien que se haya marchado de tu vida, vuelva a ti arrastrándose, suplicando amor, reconociendo su error y admitiendo todo lo que siente por ti.
Debes rezarla tres veces seguidas cada día durante nueve días, sin interrumpir, como si fuese una novena.
Primero, en un papelito blanco, escribe el nombre de tu persona especial y, debajo, tu nombre, con tinta roja (bolígrafo, rotulador o lápiz rojo). Luego, recorta los bordes del papel con cuidado. Si rompes el nombre al recortar los bordes, utiliza otro papel y escribe los nombres nuevamente.
Cada día de rezo, coloca el papel con los nombres hacia tu pecho, pon las dos manos encima y reza la oración tres veces seguidas. Al terminar, guarda el papelito entre tu ropa, en el armario, en un cajón, entre tu ropa íntima o normal. Déjalo ahí hasta el día siguiente. Al siguiente día, saca el papelito, ponlo en tu pecho y reza la oración tres veces seguidas, y repite el proceso durante los nueve días.
El noveno día, después de rezar la oración, guarda el papelito entre tu ropa nuevamente. Espera hasta que esa persona se manifieste. Cuando lo haga, sacarás el papel de tu ropa y harás algo importante con él, que te explicaré al final.
Comenzamos.
Oración a San Antonio para Endulzar el Corazón de Tu Ser Amado
Bendito San Antonio de Padua, tú que eres el patrón de los enamorados y los corazones solitarios, me postro ante ti en este momento de necesidad. Te invoco junto a Santa María Magdalena y San Valentín, santos protectores del amor verdadero y sincero, para presentaros mi ferviente súplica. Vengo a ti, San Antonio, con el corazón herido, buscando la guía y asistencia divina en mi viaje hacia el amor verdadero. Deseo profundamente que (di su nombre) sienta un amor puro y sincero hacia mí, un amor que sea único y exclusivo, que crezca y florezca bajo tu bendita influencia.
Solicito humildemente tu poderosa intercesión, San Antonio, para que el espíritu, el juicio, el pensamiento y la voluntad de (di su nombre) sean endulzados fuertemente por mí a través de tu gracia divina. Que (di su nombre) vuelva a mí dulce como la miel, manso como un cordero, y arrepentido de todos sus errores conmigo, que venga arrastrándose ante mí, suplicándome una nueva oportunidad, comprometiéndose a amarme, respetarme y hacerme feliz eternamente.
Que su corazón se vuelva hacia mí con una atracción irresistible, que su mirada no encuentre placer en otros sino en mí, que su amor y pasión sean exclusivamente para mí. Imploro que hagas regresar a mi lado a (di su nombre), que su corazón y el mío palpiten al unísono en una sinfonía de amor eterno y devoción inquebrantable.
Te ruego, San Antonio, que intercedas ante el Señor para que (di su nombre) sienta una atracción profunda y una necesidad imperiosa de unir su destino al mío. Que juntos podamos caminar por la vida unidos en amor y respeto, y que ninguna fuerza terrenal o celestial pueda separarnos jamás. Te imploro que intercedas por mí y endulces fuertemente el corazón de (di su nombre) desde este preciso momento. Que su amor florezca como una rosa bajo el sol radiante y lleno de vida, deseoso únicamente de mí.
Te pido que fortalezcas este vínculo de amor, que (di su nombre) y yo podamos superar cualquier obstáculo, cualquier desafío con la fuerza y la gracia de un verdadero amor duradero. Que (di su nombre) sienta una atracción irresistible hacia mí, (di tu nombre), que sus pensamientos y sentimientos estén impregnados de mi esencia, que su amor sea sincero, profundo y eterno. Que juntos podamos compartir una vida de felicidad, comprensión, respeto y amor incondicional. Así sea, con fe y esperanza, en el nombre de la bondad y el amor divino.
Amén.
El noveno día, cuando hayas rezado la oración, guarda el papelito entre tu ropa nuevamente y espera hasta que notes los efectos de esta oración. Cuando esa persona haya aparecido en tu vida y se hayan manifestado los efectos, saca el papel de tu ropa y quémalo completamente con una cerilla. Una vez quemado, restriega las cenizas por tus manos y luego lávalas bajo el grifo con agua corriente. Esto dará una intensidad y fuerza increíble al efecto de la oración.
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