Tres oraciones muy especiales y poderosas para protección contra todo enemigo, mal, brujería o negatividad

Oraciones dirigidas a la Santísima Madre la Virgen María.

Cuando necesites ayuda urgente reza estas tres oraciones cada día y sentirás la fuerza increíble de protección de la Santísima Virgen María.

Reza las tres oraciones cada día al levantarte y antes de comenzar tus rutinas. Sólo debes rezar las una vez cada una y en el mismo orden que te presento.

Hazlo con fe, con fuerza y sintiendo la protección y la divinidad de Nuestra Madre la Santísima Virgen María.

Puedes rezar las por periodos prolongados, tantos días como consideres o necesites.

Es conveniente rezar la oración en completa soledad.

Comenzamos.

Primera oración

Oh Santísima Virgen María, Madre Pura y Bendita.

A tus pies me arrodillo esperando ser digna o digno de ti.

Esperando encontrar en tu mirada la salvación que tanto necesito.

Esperando encontrar bajo tu Manto Sagrado la protección que preciso.

Esperando encontrar a tu lado la paz y la gloria que auxilia mi corazón.

Sagrada Madre, Gloriosa Princesa Celestial.

No me dejes nunca Madre y menos en este momento tan crucial en el que clamo tu nombre pidiendo protección luz y salvación.

Bendita seas en el Reino de los Cielos, Bendita seas Virgen Bondadosa, Misericordiosa y Generosa.

Compadécete de mí y acude en mi ayuda urgente para que nadie ni nada pueda dañarme, perjudicarme o arrebatarme la felicidad de las manos.

Ayúdame Madre a superar este trance y concédeme el perdón de todos mis pecados, errores y malos pensamientos.

Amén

Segunda oración

Venerada Reina, Virgen Milagrosa y Piadosa.

Todos los que acuden en tu búsqueda te encuentran.

Todos los que solicitan tu ayuda la reciben.

Todos los que lloran sus penas a tus pies encuentran consuelo.

Todos los que necesitan un milagro urgente y desesperado lo obtienen.

Nunca nos abandonas Madre.

Porque tu amor y tu misericordia son infinitos.

Porque pese a todos nuestros fallos nos amas.

Porque independientemente de nuestras diferencias nos acoges siempre bajo tu mano y el abrigo de tu inmenso corazón.

Oh Santa Madre, ahuyenta de mi vida todo el mal que me entristece, que obstaculiza el logro de mis deseos y que se interpone en mi camino 

Amén

Tercera oración

Milagrosa Virgen María, bajo tu amparo me protejo.

Me siento segura o seguro y me hago más fuerte.

Solo tú Madre eres capaz de comprender el duro sufrimiento por el que atravieso.

Por eso a ti te pido, te ruego y te suplico que expulses todo el mal que causa mi desdicha que paran mis pasos y me hieren dolorosamente.

No desoigas mis súplicas y atiende esta necesidad tan urgente.

Palia mi dolor, líbrame de todos los peligros que me acechan y concédeme tu Bendición y Protección Divina.

Gracias MadreAmén

Debes rezar estas tres oraciones cada día al levantarte y antes de comenzar tus rutinas. Sólo debes rezarlas una vez cada una y en el mismo orden que te presento.

Hazlo con fe, con fuerza y sintiendo la protección y la divinidad de Nuestra Madre la Santísima Virgen María.

Puedes rezarlas por periodos prolongados, tantos días como consideres o necesites.

Si te ha gustado la oración dale a me gusta y comparte con otras personas a las que les pueda ayudar.

Que la bendición y la protección de la Santísima Virgen María esté siempre contigo y con los tuyos.

Oración para pedir protección contra todo mal, enfermedades, brujerías, robos, enemigos o problemas

Debes rezar la oración una vez al día durante siete días consecutivos sin interrumpir.

Hazlo con fe, con fuerza y con la certeza de que serás escuchada o escuchado por Nuestro Señor el Justo Juez.

El séptimo día al terminar de rezar puedes encender una vela blanca en nombre del Justo Juez para agradecer.

Es conveniente rezar esta oración en soledad.

Comenzamos

Oh Señor Justo Juez Celestial eres nuestro Salvador, nuestro Poderoso Protector.

Extiende tus manos para ayudarnos a caminar, para ayudarnos a levantar cada vez que caemos, para darnos la fuerza necesaria que nos mantiene firmes en nuestra vida.

Justo Juez,  Divino y Misericordioso.

Siempre dispuesto a perdonar, alimento de nuestros corazones y nuestras almas, Maestro de Maestros, Rey de Reyes.

Hoy vengo ante ti a solicitar tu auxilio y por eso te hago llegar mi súplica con toda la fuerza de mi corazón y con toda mi fe puesta en ti.

(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)

Oh Hermoso Justo Juez, aleja para siempre de mi vida, de mi camino, de mi familia y de mi entorno a los demonios malignos que me dañan, que me bloquean, que me hieren o que impiden que alcance mis sueños deseos y metas.

Cúbreme con tu luz divina que será mi guía en los oscuros caminos por los que tenga que conducirme.

Bañarme con tu Divina y Sagrada Sangre para limpiar, purificar y purgar todo mal, toda malignidad, toda brujería y toda vileza.

Acógeme en tu corazón para estar siempre llena o lleno de tu amor, de tu bondad y de tu perdón.

Eres mi Justo Juez, mi Señor, mi Eterno Protector.

Por eso me siento segura o seguro, feliz y tranquila o tranquilo.

Estoy en tus manos y bajo tu atenta mirada sintiendo que cada uno de mis pasos y decisiones cuentan con tu beneplácito.

Bendito seas por siempre Justo Juez.

Que tu luz nunca nos abandone.

Eres grande entre los grandes, rompes y destruyes todo el mal ahuyentas a los demonios con tu poder increíble y nos salvas siempre de todas las trampas con las que el maligno nos acecha.

Escucha mi oración, mis palabras de auxilio.

Oh Justo Juez, tú que todos los das sin límites tú que todo lo puedes tú que todo lo das, protégeme por siempre de todo mal y ayúdame por siempre a ser feliz.

Amén

Debes rezar la oración una vez al día durante siete días consecutivos sin interrumpir.

Hazlo con fe, con fuerza y con la certeza de que serás escuchada o escuchado por Nuestro Señor el Justo Juez.

El séptimo día al terminar de rezar puedes encender una vela blanca en nombre del Justo Juez para agradecer.

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Que la bendición y la protección del Justo Juez esté siempre contigo y con los tuyos.

Oración a Jesús Nuestro Señor para romper cadenas de maldad, envidias, brujerías, maldiciones y para fulminar a tus enemigos de una vez y por todas.

Una oración muy efectiva y con la que notarás los cambios en poco tiempo.

Debes rezar esta oración tres veces seguidas cada día durante siete días consecutivos sin interrumpir.

Hazlo con muchísima fe, con mucha fuerza.

El séptimo día cuando hayas terminado de rezar puedes encender una vela blanca en nombre de Jesús Nuestro Señor para agradecer.

Es conveniente que reces esta oración en soledad.

Comenzamos.

En tu nombre Jesús, Mi Señor, mi Guía mi Luz.

Por el poder de tus benditas llagas, por el poder de tu Sangre Bendita y por el poder de tu Santa Cruz.

Pido solemnemente con toda mi fe y mi fuerza que se rompan todas las cadenas de maldad, todas las maldiciones, todas las brujerías y todas las envidias que en mi vida, en mi ser o a mi alrededor puedan existir.

Oh Poderoso Jesucristo, Salvador y Protector de la humanidad.

Disuelve para siempre todo resquicio de maldad contra mí.

Anula, destruye y haz desaparecer de mi vida todo maleficio, envidia, mala vibración, negatividad, cadena espiritual, bloqueo o mal de ojo para siempre.

Bendito seas Mi Señor, Jesús Milagroso, Hijo de Dios y de la Hermosa Virgen María.

Creo en ti Señor, en tu poder, en tus milagros y en tu amor incondicional.

Por eso, ante tu cruz me arrodillo para recibir tu bendición y tu protección.

En tu nombre Jesús, en el de la Santísima Virgen María, en el de Dios Todopoderoso Omnipotente y Omnipresente y en el nombre del Espíritu Santo se destruye, se anula, se disuelve y se rompe todo mal, conjuro maligno, manipulación, influencia, mal augurio, trampa, atadura y enfermedad.

Asimismo se fulmina a todo enemigo, persona malintencionada, tóxica, manipuladora, envidiosa o perjudicial de mi camino.

Por tu poder Jesús, por tu inmenso poder crea un muro infranqueable para protegerme por siempre de todo mal.

Mi fe en ti es inquebrantable, mi amor por ti es inagotable.

Gracias Señor.

Amén

Recuerda que debes rezar esta oración tres veces seguidas cada día durante siete días consecutivos sin interrumpir.

Hazlo con mucha fe el séptimo día al terminar de rezar enciende una vela blanca en nombre de Nuestro Señor Jesús para agradecer.

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Que la bendición y la protección de Nuestro Señor Jesús esté siempre contigo y con los tuyos.

Oración muy especial dirigida al Justo Juez Nuestro Señor Jesucristo para solicitar su protección contra todo mal, brujería, mal de ojo, enemigo, envidia o negatividad

Debes rezar esta oración con mucha fe y con la firme esperanza de que Jesús el Justo Juez te escucha y acude en tu ayuda.

Reza la oración tres veces seguidas al día durante tres días consecutivos sin interrumpir.

Después de rezar tres veces la oración cada día debes realizar un Padre Nuestro para finalizar.

Hazlo con fe, con fuerza y con la firme esperanza de ser escuchada o escuchado por el Justo Juez

Es conveniente a rezar esta oración en completa soledad.

Comenzamos

Oh Justo Juez Divino Señor Jesús.

Impartes justicia divina por todo el mundo y hoy vengo a solicitar tu amparo, tu auxilio, tu protección.

Oh mi Señor Justo Juez, hijo de Dios, Salvador de la humanidad, hijo de la Divina y Dulce Virgen María.

Espero ser digna o digno de ti al presentarme a pedir tu ayuda.

Me aflige una angustia que no puedo controlar, me asedian los problemas que no puedo solucionar, se me cierran los caminos y no puedo avanzar.

Siento una mala energía que me acecha y me bloquea por completo.

Solo tu Señor Justo Juez puedes romper toda brujería, maleficio, envidia, bloqueo y negatividad para despojarme por completo de esta absoluta tristeza, de este gran sufrimiento, de esta dura amargura.

Oh Señor Justo Juez, líbrame de todo mal, sálvame de todo ataque, protégeme contra mis enemigos o contra todo el que algún daño o perjuicio pueda provocarme.

Hermoso Redentor, mi Salvador, mi Señor, mi Glorioso y Misericordioso Justo Juez.

En ti encuentro siempre la verdad, la luz, la paz y la Gloria Eterna que necesito.

Te entrego mi corazón y mi alma, soy tu sierva 0 siervo fiel y por siempre te alabaré.

Oh Señor Justo Juez, limpia y protege mi nombre, mi cuerpo, mi alma y mi hogar de toda malignidad, mala vibración, envidia, brujería o enemigo.

Que tu fuerza, tu valor y tu amor sean conmigo siempre.

Señor ayúdame a recuperar lo que he perdido.

Ayúdame a reparar el daño que hayan podido causarme.

Pido perdón por mis errores, por mi egoísmo, por los actos impuros que haya cometido.

Perdóname Señor y acude en mi auxilio, me encuentro perdida o perdido, sin rumbo y sólo tú puedes dirigir mis pasos por el sendero correcto.

Abrázame Señor y libérame de este tormento.

Amén

Después de rezar tres veces esta oración cada día reza un Padre Nuestro para finalizar recuerda que debes hacerlo tres días consecutivos.

Rezamos ahora el Padre Nuestro

Padre Nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino.

Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.

No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

Amén

Reza la oración tres veces seguidas al día durante tres días consecutivos.

Hazlo con muchísima fe, con mucha fuerza y con la firme esperanza de ser escuchada o escuchado por el Justo Juez.

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Que la bendición y la protección de Nuestro Señor Jesucristo el Justo Juez esté siempre contigo y con los tuyos.

Oración para protegerte contra todo mal, brujería, enemigo o mala energía.

La oración de protección a la Santa Muerte.

Debes rezarla con mucha fe, con mucha fuerza y con el convencimiento absoluto de recibir a través de ella la protección que necesitas.

Reza esta oración siete veces seguidas al día durante siete días consecutivos sin interrumpir.

Hazlo con fe y fuerza.

El séptimo día al terminar de rezar es aconsejable que enciendas una vela blanca y la dejes que se consuma por completo para darte más fuerza y sellar así tu petición.

Es conveniente rezar esta oración en completa soledad.

Comenzamos.

Madre Santa, Santa Muerte.

Suplico ante ti la protección más poderosa del mundo, contra todo mal, toda brujería, maleficio o enemigo.

Impide que ninguna fuerza física o energética pueda hacer zozobrar mis propósitos, mi felicidad, mi estabilidad y mi paz.

Bendita Madre Santa, Santa Muerte.

Protégeme contra las tinieblas del maligno.

Protégeme contra la envidia de mis enemigos.

Protégeme contra la brujería de los que me odian.

Protégeme contra todo mal y fulmina a todo aquel que algún daño me quiera causar.

Poderosa Niña Blanca, Santa Muerte.

Atiende mi súplica y cúbreme por siempre con tu protección majestuosa, indestructible y milagrosa.

Despliega tu manto para evitar todo daño, perjuicio, interferencia o negatividad en mi vida y en la vida de quienes amo.

Impide todo sufrimiento, dolor y llanto en mi, transformándolo en alegría, paz y felicidad.

Santa Madre, Niña Blanca.

Acude en mi auxilio y aleja de mi camino, de mi hogar y de mi vida todo el mal que me pueda acechar, toda envidia que me pueda bloquear, toda brujería o maleficio que me pueda perjudicar.

Abre las aguas que me impiden avanzar y sella está protección con tu aura sagrada.

Gracias por escuchar mi súplica y atender mi necesidad.

Hermosa Niña Blanca

Amén

Debes rezar esta oración siete veces seguidas al día durante siete días consecutivos sin interrumpir.

Hazlo con fe y fuerza.

El séptimo día al terminar de rezar es aconsejable que enciendas una vela blanca y la dejes consumirse por completo para darle más fuerza y sellar así tu petición.

Si te ha gustado la oración dale a me gusta y comparte con otras personas a las que les pueda ayudar.

Que la protección de la Santa Muerte te acompañe por siempre e impida que nadie ni nada pueda dañarte perjudicarte o bloquearte.