Oración milagrosa a la Santísima Virgen María para solicitar un milagro difícil, para pedir por una causa urgente o para suplicar la resolución de un grave problema
Reza la oración nueve veces seguidas un solo día. Si necesitas mayor fuerza para tu petición puedes repetirla tres días seguidos o hacerla un día a la semana durante tres semanas consecutivas.
Te sorprenderá lo que comienza a suceder.
Comenzamos
Madre Solemne, Virgen Inmaculada, vengo a ti con fervor, con la esperanza en mi corazón esperando que me puedas escuchar y tu prodigiosa ayuda poderme otorgar.
Necesito tu auxilio en este momento tan grave y tan complicado por el que atravieso.
Desvanece la tristeza que padezco, combate la agonía por la que atravieso.
Virgen Santísima, Madre del Redentor a tu voluntad y a tu misericordia me aferro y de rodillas te suplico un milagro para esta causa que me atormenta.
(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)
Santa María, prodigiosa Madre de Nuestro Salvador, devuélveme la esperanza, inyéctame la fuerza que me hace falta y alivia este dolor que padece mi corazón.
Acudo de rodillas ante tu semblante buscando el consuelo que siempre encuentro porque nunca me abandonas, siempre escuchas mis plegarias.
María Inmaculada, Santa Madre de Jesús, bendita y gloriosa tu voluntad infinita.
Te hace única en el universo tu mirada dulce y confortante, te convierte en nuestro refugio.
Guíame hoy y siempre auxíliame ante tan graves circunstancias.
Bendíceme y protégeme contra todo lo malo bajo tu Sagrado Manto.
Líbrame de todos mis enemigos y de todo aquel que algún daño me quiera causar.
Aleja de mi vida los problemas y el sufrimiento.
Oh Virgen Bendita, Milagrosa Señora de los Cielos dame el refugio que preciso en este momento tan comprometido y no me abandones nunca.
Gracias madre.
Amén
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Que la bendición y la protección de la Santísima Madre estén siempre contigo y con los tuyos.