Oración para pedir por un imposible a la Virgen Desatanudos

Reza la oración tres veces seguidas al día.

Hazlo durante siete días consecutivos sin interrumpir con la certeza de ser escuchada o escuchado por la Santa Madre María Virgen Desatanudos.

Después de rezar la oración cada día debes rezar un Padre Nuestro y un Credo.

El séptimo día al terminar de rezar puedes encender una vela blanca en nombre de la Virgen Desatanudos para agradecer.

Comenzamos.

Oh Santa María, Virgen Desatanudos, Virgen de los Imposibles, Madre de Dios, mediadora entre el Cielo y la Tierra, misericordiosa Reina Celestial.

Solicito tu intervención divina en esta causa imposible que me trae ante tu solemne presencia.

(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)

Madre Piadosa, Madre Portentosa, tú que jamás nos abandonas.

Tú que siempre cuidas de tus hijos.

Tu que desenredas los nudos que nos impiden avanzar.

Tú te alejas los males de nuestras vidas.

A ti madre, vengo a suplicar la concesión de esta causa imposible que tanto necesito, que tanta falta me hace y que tanta felicidad va a proporcionarme.

Madre de mi corazón, Virgen Desatanudos, Virgen de los imposibles no me dejes caer en la tentación.

No permitas que cometa errores y fallos que me alejen de ti o del camino correcto.

No permitas que me deje llevar por la ira, por el despecho o por la envidia.

Líbrame de todo mal Madre, líbrame de mis enemigos, líbrame de las penurias y líbrame de las tristezas.

Milagrosa Virgen Desatanudos, desata los nudos del dolor que me causan tanto sufrimiento.

Desata los nudos de la maldad que me impiden ser feliz.

Desata los nudos del desamor que me hieren el corazón.

Desata los nudos de la injusticia que nublan y oscurecen el camino de la verdad.

Desata los nudos que bloquean mi vida y la de mis seres queridos.

Bendita Madre Virgen Desatanudos, Virgen de los imposibles te pido con toda la fuerza de mi corazón que uses la gracia que Dios Padre te concedió para desatar la limitación que me impide llegar a mi meta.

Santa María Madre Benevolente, Madre Desatanudos, Madre de los imposibles a tus pies arrodillada o arrodillado quedo esperando tu absolución.

Amén.

Después de rezar la oración tres veces debes rezar un Padre Nuestro y un Credo.

Rezamos ahora el Padre Nuestro

Padre Nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino.

Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.

No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

Amén

Rezamos ahora el Credo

Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del Cielo y de la Tierra.

Creo en Jesucristo, su único hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.

Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado.

Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos.

Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso.

Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados y la resurrección de la carne y la vida eterna.

Amén

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Que la bendición y la protección de la Virgen Desatanudos sea siempre contigo y con los tuyos.

Oración para impartir Justicia Divina en todas las causas

Reza la oración tres veces seguidas al día durante siete días consecutivos sin interrumpir.

Hazlo con mucha fe, con la esperanza de que Jesús el Justo Juez atenderá tu necesidad e impartir a la Justicia Divina.

El séptimo día al terminar de rezar puedes encender una velita blanca en nombre del Justo Juez para agradecer.

Comenzamos

Hermoso Señor Jesús, mi Salvador, mi Protector y Justo Juez.

Vengo a ti a clamar con todas mis fuerzas, con toda mi fe y con toda mi esperanza para que impartas justicia divina a mi causa.

Para que doblegues a los malvados y hagas un juicio justo.

Para que paguen por su crueldad, por el abuso cometido, por el daño provocado.

Oh Señor Justo y noble Juez.

Escucha las palabras que te dirijo, en ellas está la única verdad y tú lo sabes.

(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)

Bendito Redentor, Jesús Misericordioso, Juez Divino, Hijo del Todopoderoso y de la Purísima Virgen María imparte la justicia divina ante quien lo merezca.

Devuélveme la felicidad que en esta dura batalla he perdido.

Aléjame de mis enemigos y de todo aquel que mal me mire, qué mal merece y qué mal me trate

Oh Jesús, eres mi escudo protector.

Eres mi fuerza defensora.

Eres mi luz purificadora.

Por eso a ti recurro a solicitar justicia divina, la única y verdadera justicia a la que ningún hombre o mujer puede escapar, de la que nadie puede esconderse, a la que jamás pueden engañar.

Tu justicia divina Señor, Bendito jesús aleja a mis detractores, defiéndeme de mis atacantes, protégeme de todo mal y repara en mí todo el daño sufrido, toda la injusticia a la que he sido sometida o sometido, toda malignidad a la que me he visto expuesta o expuesto.

Bendito seas en el Reino de los Cielos, Señor Venerado y Adorado Jesús Justo Juez de la mano de Dios.

Amén.

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Que la bendición y la protección de Jesús el Justo Juez sea siempre contigo.