Oración a la Santísima Virgen de la Victoria para derrotar y vencer a tus enemigos para siempre
Reza esta oración cinco veces seguidas al día durante siete días consecutivos en interrumpir.
Debes rezar la con mucha fe y creyendo absolutamente en tu victoria sobre los enemigos que te rodean.
El séptimo día al terminar de rezar puedes encender una vela blanca en nombre de la Santísima Virgen de la Victoria para agradecer.
Comenzamos
Oh Santa María de la Victoria, Alta Señora del Firmamento, vengo a solicitar tu protección divina contra todos y cada uno de mis enemigos.
Contra todas y cada una de las personas que me desean el mal.
Contra todas y cada una de las personas que me quieren perjudicar.
Vengo a solicitar tu escudo protector contra todo mal, enemigo o brujería para que nada malo pueda sucederme.
Para quedar salvaguardada o salvaguardado de todo enemigo visible o invisible.
Santísima Virgen de la Victoria haz que todos y cada uno de mis enemigos caigan delante de mí, que sus malas artes les conduzcan al fracaso más rotundo.
Que nada puedan hacer en mi contra.
Que pueda seguir avanzando por el camino que tu madre iluminas cada día para mí.
Venerada Señora de la Victoria, imparte la Justicia Divina para que todos y cada uno de mis enemigos, de mis detractores, de aquellos que me envidian paguen sus fechorías, les sean devueltas sus malas energías y caigan completamente derrotados y vencidos ante mí.
Oh Sagrada Madre, destruye los planes maléficos que mis enemigos tengan contra mí.
Bloquea los pensamientos negativos que mis enemigos tengan hacia mí.
Que se arrepientan de todo lo malo que me han hecho y que caigan de rodillas ante mí.
Haz que sean derrotados y vencidos completamente.
Bendita Madre, Sagrada Virgen de la Victoria otórgame el triunfo sobre todos y cada uno de mis enemigos.
Que pueda alcanzar mis sueños sin obstáculos, sin trampas y sin impedimentos.
Que todas sus artimañas y malas artes no puedan parar mi avance, mi progreso y mi éxito.
Santísima Virgen de la Victoria, venceré, derrotaré a todos mis enemigos para siempre y lo haré con tu fuerza increíble, con tu poder celestial y con la luz que emanan tus hermosos ojos.
Bendita Madre, véncelos, derrótalos, no permitas que nada malo que venga de mis enemigos pueda afectarme, pueda dañarme o pueda bloquearme.
Tu escudo protector es conmigo Madre y tu justicia divina caerá sobre mis enemigos para que paguen sus crueles actos, sus dañinos pensamientos y sus oscuras intenciones.
Que así sea y así será.
Amén
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Que la bendición y la protección de la Santísima Virgen de la Victoria sea siempre contigo y con los tuyos.
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