Oración dirigida a Jesús para que la lluvia de bendiciones se derrame sobre ti

Recita esta oración a Jesús con mucho amor y con mucha fe.

Debes rezarla tres veces seguidas al día durante nueve días consecutivos sin interrumpir.

El noveno día al terminar de rezarla puedes encender una vela blanca en nombre de Jesús para agradecer todo aquello que has solicitado. Recibirás una lluvia de bendiciones Comenzamos

Alabado seas Jesús, mi Señor.

Gracias por tu magnánimo bondad, gracias por tu enorme generosidad.

Alabado sea tu Santo nombre Jesús, perdóname, perdona todos y cada uno de mis pecados, de mis errores, de mis fallos.

Perdóname y purifica mi alma de todo mal.

Alabado sea tu Santo nombre Jesús, sálvame sálvame de todo peligro y dame la mano siempre que caiga para volver a levantarme.

Alabado seas Jesús, mi Señor, Hijo eterno de Dios y de la purísima Virgen María, ayúdame, ayúdame a seguir el sendero de la verdad, de la paz y de la felicidad.

No permitas que me aparte de tu lado, enséñame a amarte sobre todas las cosas.

Alabado sea tu Santo nombre Jesús, protégeme protégeme de todo mal, de todo enemigo, de todo maleficio, de todo peligro.

Te amo Jesús, te glorifico Jesús, te alabo Jesús, pongo en tus manos mi destino, mi esperanza y mi vida.

Alabado sea tu Santo nombre Jesús, libérame libérame de esta prisión de sufrimiento, desdicha y problemas.

Alabado sea tu Santo nombre Jesús, ilumíname, ilumíname siempre para encontrar el camino, hallar la solución y jamás perderme en las tinieblas de lo pernicioso.

Te amo Jesús, te glorifico Jesús, te alabo Jesús, tú eres lo absoluto, lo verdadero, el amor incondicional, el perdón sincero y la paz del alma y el corazón.

Alabado sea tu Santo nombre Jesús, inúndame, inúndame con tu espíritu y déjame sentir la gloria de tu amor.

Alabado sea tu Santo nombre Jesús, bendíceme, bendíceme con la felicidad eterna, bendíceme con la prosperidad, bendíceme con la inteligencia, bendíceme con la sabiduría, bendíceme Señor con el amor de tu corazón.

Alabado seas Jesús, mi Señor, alabado en el cielo y en la tierra por los siglos de los siglos.

Amén

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Que la lluvia de bendiciones de Jesús sea contigo y con los tuyos.