Reza esta oración milagrosa a la Sangre de Cristo cuando te encuentres en una situación grave, desesperada o muy complicada.
Hazlo con mucha fe y esperanza creyendo firmemente que tus palabras serán escuchadas y que tu súplica será atendida.
Reza la oración una vez al día durante siete días consecutivos sin interrumpir.
Cada día de rezo enciende una vela blanca en nombre de la Sangre de Cristo para dar mayor fuerza a tu petición.
Es conveniente rezar la oración en completa soledad.
Oración a la sangre de Cristo para pedir un milagro
Comenzamos la oración.
Sagrada Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, Pura, Divina y Bendita Sangre Milagrosa.
Limpia con ella todos mis pecados.
Oh Jesús, presérvame de todo mal y lléname de su inmaculada divinidad.
Tu sangre derramada Señor, que venga a mí y me purifique.
Que me dé la fuerza necesaria para enfrentar todo lo que obstaculiza mi camino.
Ayúdame Jesús de Nazaret y concédeme esta gran necesidad.
(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)
Gracias a tu Sangre Señor, fuimos salvados tus hijos.
Sálvame ahora,en este preciso momento y permite que vuelva a sentir ilusión, amor y felicidad.
Oh Jesucristo, tu Sangre Sagrada y derramada en la cruz del calvario fue nuestra salvación.
Por eso a ella vengo a suplicar clemencia, misericordia y bondad.
Sangre de Cristo, Sangre Gloriosa, que nos da fuerza y nos llena de valor para superar toda dificultad que nos podamos encontrar.
Protégeme Señor con tu Sangre Bendita.
Amado Jesús, dame refugio entre tus brazos y vierte sobre mí toda tu bondad.
Imprime en mí la valentía, la fortaleza y la capacidad para enfrentar cualquier problema o calamidad.
Tu Sangre Jesús me hace invencible, me da la vida y me llena de esperanza.
Tu Sangre Inmaculada, Pura y Sagrada.
Bendito seas Jesús y Bendita su Sangre libertadora y sanadora de los corazones afligidos.
Poderosa medicina que alivia el sufrimiento.
Dame tu auxilio Señor, cuando los problemas me asedien, cuando las adversidades me superen, cuando no encuentre salida ante las dificultades.
Tu amor me acompaña por siempre y tu sangre purifica mi alma.
Oh Sangre Celestial, que nos das el sosiego.
Nos otorgas el perdón y nos salvas del dolor.
Escucha mi ruego Jesús y atiende mi necesidad.
Acudo a ti como mi único salvador.
Abre las puertas que tengo cerradas y prende la luz que ilumine mi camino.
Solo tú Señor puedes proporcionarme el amparo que preciso.
Gracias
Amén.
Reza la oración una vez al día durante siete días consecutivos sin interrumpir.
Cada día de rezo enciende una vela blanca en nombre de la Sangre de Cristo para dar mayor fuerza a tu petición.
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Que la bendición y la protección de Nuestro Señor Jesucristo esté siempre contigo y con los tuyos.
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