A través de esta oración encontrarás la ayuda que necesitas de Nuestro Padre Dios Todopoderoso.
Cuando necesites un favor muy difícil, complicado o la concesión de un milagro acude a Dios mediante este rezo sagrado y milagroso que te permitirá recuperar la fe, la esperanza y la ilusión.
Reza la oración nueve veces cada día durante nueve días seguidos sin interrumpir.
Como una novena puedes comenzar cualquier día de la semana.
Hazlo con fe, con fuerza y con humildad, esperando ser escuchada o escuchado por Dios Todopoderoso.
Al finalizar cada día el rezo enciende una vela blanca en agradecimiento y para potenciar tu petición y deja que se consuma completamente y tira los restos a la basura.
Hazlo cada día al terminar de rezar la oración.
Al cumplir los nueve días de rezo haz un donativo simbólico en alguna iglesia, parroquia o catedral en nombre de Dios Padre como gratitud.
Es recomendable rezar la oración en completa soledad.
La oración más milagrosa para casos desesperados a Dios
Comenzamos en la oración.
Oh Dios Todopoderoso, Dios Padre.
Vengo a tus pies a rogarte casi sin aliento.
Me siento débil, triste y desolada o desolado, solo tu Padre, Dios Misericordioso puedes ayudarme.
Lo que te pido es un milagro, un favor cuyo precio es incalculable, un favor del que depende mi felicidad, mi esperanza y mi destino.
Escúchame Padre
(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)
Se conscientemente la dificultad de mi ruego, pero me aferro a tu inmenso poder y a tu inagotable bondad para poder alcanzarlo y superar esta agonía.
Puede que no sea digna o digno de recibir este favor pero estoy dispuesta o dispuesto a cambiar aquello que no esté haciendo bien, rectificar los errores cometidos, perdonar a mis enemigos y obrar siempre bajo tu atenta mirada.
Apiádate de mi Padre Misericordioso.
Concédeme esta gracia que con tanta fe te pido.
Prometo agradecertelo mejorando mi vida para que te sientas orgulloso de mí.
Gracias padre
Amén
Reza la oración nueve veces cada día durante nueve días seguidos sin interrumpir. Como una novena puedes comenzar cualquier día de la semana.
Hazlo con fe, con fuerza y con humildad esperando ser escuchada o escuchado por Dios Todopoderoso.
Al finalizar cada día del rezo enciende una vela blanca en agradecimiento y para potenciar tu petición deja que se consuma completamente y tira los restos a la basura. Hazlo cada día al terminar de rezar la oración.
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Que la bendición y la protección de Dios Padre esté siempre contigo y con los tuyos.
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