Oración no me olvides nunca para que tu persona especial, pareja ex pareja o amante te piense y te extrañe eternamente, para que nunca pueda olvidarse de ti.

Una oración a la Santísima Virgen de la Dulce Espera.

Reza esta oración con mucha fe tres veces seguidas al día, durante nueve días consecutivos sin interrumpir.

Puedes repetir el rezo por tramos de nueve días cada cierto tiempo para reforzar el pensamiento continuo de tu persona especial en ti.

El noveno día al terminar de rezar puedes prender una vela roja o blanca en nombre de la Santísima Virgen de la Dulce Espera.

Comenzamos

Hermosa Madre Celestial Santísima Virgen de la Dulce Espera, me acerco a ti con fe, humildad y esperanza solicitando alivio para mi corazón y mi alma, solicitando que intercedas sobre (DI SU NOMBRE) para evitar que mi nombre, mi recuerdo, mi esencia y mi amor caigan en el olvido.

Santísima Señora Celestial, Madre Bendita, mantén vivo siempre mi recuerdo, mi amor, mi esencia y mi nombre en la mente y el corazón de (DI SU NOMBRE)

Grábame a fuego en su pensamiento, introducirme en su vida día a día para que nunca jamás pueda olvidarme, para que nunca jamás pueda olvidar mis besos, para que nunca jamás pueda olvidar los momentos que hemos vivido, para que nunca jamás pueda olvidar mi rostro, para que nunca jamás pueda olvidar el amor que le he dado, para que nunca jamás pueda olvidarse de mi.

Madre Sagrada Santísima Virgen de la Dulce Espera, paciente esperaré a guardar y confiar en el regreso de (DI SU NOMBRE) a mi vida porque este amor que nos unió y que nos une permanecerá vivo eternamente perseverando hasta el momento crucial en que nuestros corazones, nuestras almas y nuestros cuerpos vuelvan a encontrarse para no se separaren jamás.

Santa Madre Bienaventurada Virgen de la Dulce Espera ayúdame a mantener los lazos que nos unen a (DI SU NOMBRE Y TU NOMBRE), ayúdame a mantener su pensamiento repleto de nuestros recuerdos, de nuestro amor, de nuestra pasión, ayúdame a mantener encendida la llama de este amor único

Oh Madre Solemne, Madre Misericordiosa, haz que (DI SU NOMBRE) no pueda sacarme de su mente ni de su corazón aunque lo intente, aunque así lo quiera, aunque existan otras personas, otros caminos que lo separen de mí, que sus sentimientos, pensamientos, deseos íntimos y anhelos me pertenezcan ahora y por siempre.

Gracias Madre

Amén

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Que la bendición y la protección de la Santísima Virgen de la Dulce Espera sea siempre contigo y con los tuyos.