Oración para callar las bocas de los enemigos, para silenciar las malas lenguas, para combatir las envidias y todos los males provocados por terceras personas malintencionadas
Reza esta oración cinco veces cada día durante siete días consecutivos sin interrumpir.
Debes hacerlo con verdadera fe y con la certeza de que Jesús Nuestro Señor te escuchará y te ayudará.
El séptimo día al terminar de rezar puedes prender una vela blanca en nombre de Jesús para agradecer.
Comenzamos
Mi gran Jesús, mi hermoso Señor, guía y luz imprescindible en mi vida, protección contra todo mal y sanación milagrosa para mis heridas.
Vengo a rezar ante tu Sagrada presencia para solicitar tu intervención Divina en este asunto tan delicado y problemático.
(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN Y CONTINUAR LA ORACIÓN)
Amado Jesús, hijo celestial de la Santísima Madre la Virgen María.
Tú conoces mi sufrimiento y por eso arrodillada o arrodillado ante ti suplico tu misericordia.
Señor no me siento feliz, no puedo conciliar el sueño y mi alma no tiene paz.
Señor tú sabes que mis enemigos difaman contra mí.
Señor tú sabes que soy víctima de ataques deshonrosos.
Señor tú sabes que aquellos que me odian y me envidian lanzan su veneno en mi contra con la única intención de dañarme, destruirme y menospreciarme.
Señor te ruego, te suplico, te imploro que calles sus bocas, que encierres sus lenguas viperinas y que impidas sus malas intenciones para conmigo.
Bendito seas mi hermoso Salvador, solo deseo y pido que la Justicia Divina caiga sobre aquellos que con tanta maldad me atacan, me critican y me desacreditan.
Solo deseo y pido que tu luz divina y milagrosa me ilumine en la oscuridad, que tu fuerza y poder permita mi victoria frente a todos y cada uno de mis enemigos.
Bendito Señor, hermoso Jesús frena definitivamente las injurias, las maldades, las envidias y los malos deseos que todas esas personas me lanzan.
Cúbreme con tu manto señor cada vez que se acerquen a mí para que nada malo pueda ocasionarme.
Guíame con tu sabiduría y prudencia para que no caiga en sus trampas.
Haz que se cierren sus bocas en mi contra y queden selladas para siempre.
Que el veneno que destilan sus lenguas se seque para siempre.
Que sus malos deseos, pensamientos e intenciones queden sin fuerza.
Hazlos entrar en razón y arrepentirse del mal causado.
En tus manos deposito mi humilde súplica.
Amén.
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Que la bendición y la protección de Jesús Nuestro Señor sea siempre contigo y con los tuyos.
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