Reza esta oración poderosa a Jesús para romper maldiciones y brujerías y para protegerte contra ellas. Pide ayuda a Nuestro Señor Jesús para que nadie pueda hacerte daño, para alejar las envidias, las malas energías, los conjuros malignos o las maldiciones. Jesús en su inmensa misericordia y bondad te protegerá contra cualquier cosa maligna.
Reza esta oración una vez cada día durante siete días sin interrumpir.
Hazlo con mucha fe, con amor y con la esperanza de que Jesús te escuchará y te ayudará. Confía y encomiendate al amparo de Nuestro Señor Jesús, él está contigo.
Al terminar la oración, el séptimo día puedes encender una velita blanca para agradecer.
Es conveniente rezar la oración en completa soledad.
Oración poderosa a Jesús para romper maldiciones y brujerías
Comenzamos la oración.
Bienaventurado seas Jesús, Nuestro Señor Glorificado y Venerado en todo el mundo.
Me arrodillo ante ti con toda mi fe e imploro tu misericordia, tu bondad y tu amor.
Tú que salvaste nuestras vidas con la tuya, tú que siempre nos acoges bajo tu protección sin juzgarnos, sin pedirnos nada a cambio.
Jesús de Nazaret, hijo de Dios Todopoderoso, escucha mi plegaria llena de inquietud y miedo.
Siento mucho miedo ante lo que me amenaza y solo tú eres capaz de alejarlo y protegerme contra ello.
(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR CON LA ORACIÓN)
Jesús mi Señor, Soberano y Poderoso, nos amas a todos por igual sin importarte de dónde venimos y adónde vamos, expulsa de mi vida cualquier energía maligna, cualquier conjuro o brujería, así como las envidias, las maldades y los malos deseos de aquellos que me rodean.
Te pido que perdones a esas personas no saben lo que hacen, así como perdonaste a quienes te dejaron morir en la cruz.
Enséñales el camino de la paz, del amor y de la fe.
Señor Bondadoso, Ángel de la Paz, ayúdame a salir de este pozo negro, enséñame de nuevo el camino a tu corazón, solo allí me siento bien y feliz.
Mi amado Jesús, Señor de los Cielos, socórreme, lléname de tu amor, acercame a Dios Padre y a la Santísima Virgen María para que pueda liberarme de este yugo y pueda volver a ser quien fui.
Jesús Bendito, Señor de mi Corazón, corta cualquier efecto maligno que haya en mí o que pueda venir dirigido a mí.
Bendito seas en el cielo y en la tierra.
A ti me entrego, en ti deposito mi esperanza.
Gracias Señor.
Amén
Recuerda rezar esta oración una vez cada día durante siete días sin interrumpir.
Al terminar, el séptimo día enciende una vela blanca para agradecer.
Siente el amor y el poder de Jesús mientras rezas la oración, siente como su poderosa energía y su inagotable luz iluminan tu camino y eliminan cualquier maldad de tu vida. Siente la paz y la armonía de la mano de Nuestro Señor Jesús, él te guiará.
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Que tu súplica sea escuchada y la bendición y la protección de Jesús estén siempre contigo y con los tuyos.
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