Oración de amor infalible para hacer que tu pareja, ex pareja o persona especial te piense con amor, se dé cuenta de lo importante que eres

Que venga a ti con la necesidad de amarte, que tenga la necesidad de llamarte de forma inmediata dejando a un lado el orgullo, el miedo, la inseguridad o cualquier otro bloqueo.

Una oración de amor dirigida a la Santísima Virgen de la Piedad, la Dolorosa.

Debes rezar esta oración siete veces seguidas un solo día.

Hazlo con mucha fe y con la fuerza de tu amor por esa persona.

Si durante ese día no se produce contacto reza la varios días seguidos hasta lograr que se produzca la comunicación.

Comenzamos.

Santísima Madre Virgen de la Piedad, arrodillada o arrodillado a tus pies vengo a suplicar herida o herido de amor, sintiendo las finas y dolorosas puntadas que las espinas del desamor que se han clavado en mi corazón me están provocando.

Oh Madre Virgen Piadosa, Virgen Dolorosa que has sufrido la pérdida más dura que una madre puede soportar.

Tú que has demostrado el amor incondicional ante la injusticia de los mortales.

Tú que has sabido perdonar y seguir derramando amor sobre todos tus hijos.

A ti vengo a solicitar este favor del que depende mi felicidad.

(EN ESTE MOMENTO DEBES HACER TU PETICIÓN PERSONAL Y CONTINUAR LA ORACIÓN)

Madre Santa, Reina Gloriosa del Cielo despoja de todo tormento, miedo, inseguridad, orgullo o inclemencia la mente y el corazón de (DI SU NOMBRE).

Madre Santa, Hermosa Virgen de la Piedad.

Rocía su corazón con amor, perdón y comprensión.

Fortalece su carácter para que sea capaz de enfrentar toda dificultad sin temor, para llegar a mi lado y retomar nuestro camino juntos.

Oh Virgen Piadosa, Madre Celestial con la más firme confianza vengo ante ti, con el dolor y la angustia de sentir que se desvanece mi felicidad.

Por eso te suplico Madre, si (DI SU NOMBRE) aún siente amor por mí no permitas que nada ni nadie nos pueda separar.

No dejes que pase más tiempo sin que reciba su llamada.

No consientas que deje de pensarme ni un solo momento.

Reverenda Madre, Sagrada Soberana de los Arcángeles.

Si es tu voluntad y la de Dios Padre derrama sobre nosotros dos la bendición de tu mirada para que podamos superar este duro momento y encontrarnos nuevamente para seguir nuestro camino siempre juntos.

Bendita Madre, tómanos de la mano, sácanos de este pozo negro de dolor y amargura, enséñanos el camino correcto y no permitas que jamás lo abandonemos.

bienaventurada Virgen de la Piedad, haz que (DI SU NOMBRE) me vea en cada momento allá donde vaya, allá donde se encuentre que vea mi imagen, que cuando cierre los ojos me siga viendo que en su mente, que yo sea su único pensamiento.

Sagrada Madre, que tu supremacía extraordinaria, la intervención de Dios Todopoderoso, la gracia de tu Divino Hijo Jesús y la excelencia del Espíritu Santo me concedan esta bendición.

Amén.

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Que la bendición y la protección de la Santísima Virgen de la Piedad sea siempre contigo.